Robert Indiana Americano, 1928-2018

Biografía

Robert Indiana nació como Robert Clark en New Castle, Indiana, el 13 de septiembre de 1928. Adoptado cuando era bebé, pasó su infancia mudándose con frecuencia por todo el estado que lleva su nombre. Su talento artístico era evidente desde temprana edad, y el reconocimiento por parte de una maestra de primer grado lo animó a decidirse a ser artista. En 1942, Indiana se mudó a Indianápolis para asistir a la Arsenal Technical High School, conocida por su sólido plan de estudios de artes. Después de graduarse, pasó tres años en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y luego estudió en el Art Institute of Chicago, la Skowhegan School of Sculpture and Painting en Maine y el Edinburgh College of Art en Escocia.

En 1956, dos años después de mudarse a Nueva York, Indiana conoció a Ellsworth Kelly y, por recomendación suya, se estableció en Coenties Slip, antes un importante puerto en la punta sureste de Manhattan. Allí se unió a una comunidad de artistas que incluía a Kelly, Agnes Martin, James Rosenquist y Jack Youngerman. El entorno de Coenties Slip tuvo un profundo impacto en el trabajo de Indiana, y sus primeras pinturas incluyen una serie de hojas de ginkgo de doble borde afilado inspiradas en los árboles que crecían en el cercano Jeannette Park. También incorporó la forma del ginkgo en su mural de diecinueve pies Stavrosis (1958), una crucifixión ensamblada a partir de cuarenta y cuatro hojas de papel que encontró en su loft. Fue al completar esta obra que Indiana adoptó el nombre de su estado natal como propio.
Indiana, al igual que algunos de sus compañeros artistas, recogió materiales de los almacenes abandonados del área, creando ensamblajes escultóricos a partir de viejas vigas de madera, ruedas de metal oxidado y otros restos del comercio marítimo que había prosperado en Coenties Slip. Si bien creó obras colgantes como Jeanne d'Arc (1960-62) y Wall of China (1960-61), la mayoría eran construcciones independientes que Indiana llamaba "hermas", en referencia a las esculturas que servían como marcadores de límites en los cruces de caminos en la antigua Grecia y Roma.

El descubrimiento de estarcidos de latón del siglo XIX llevó a la incorporación de números de colores brillantes y palabras emotivas cortas en estas esculturas, así como en lienzos, y se convirtieron en la base de su nuevo vocabulario pictórico.

Obras
Ferias